La temporada de otoño e invierno es la época en la que más enfermedades suelen aparecer. Es muy recomendable tomar medidas de prevención en otoño e invierno con el fin de proteger, especialmente, a las personas mayores.
La salud de estas preocupa durante todo el año, sin embargo, otoño e invierno representan los meses más fríos, lo que trae consigo enfermedades que podrían resultar de riesgo.
En esta entrada te contamos cuáles son las enfermedades que se presentan con mayor frecuencia tras el verano. Además, conocerás qué medidas preventivas puedes tomar para garantizar la buena salud de tus adultos mayores. Vamos allá…
¿Por qué es importante prevenir enfermedades en personas mayores en otoño e invierno?
Aunque durante todo el año es necesario vigilar la salud de las personas mayores, en las estaciones de otoño e invierno es necesario prestar todavía más atención. Los cambios de clima y temperatura que se registran en estos meses suelen afectar en gran medida al equilibrio natural del organismo de los ancianos.
Lo que es simple de curar en primavera o verano, en otoño e invierno puede complicarse. Con la llegada de las nevadas, las enfermedades respiratorias y de la piel cobran mayor repercusión. Para garantizar el bienestar de los adultos mayores es aconsejable tomar las medidas oportunas relacionadas con la salud de los abuelos de la familia.
Enfermedades comunes de la temporada otoño e invierno
Las enfermedades están latentes durante todo el año, siendo algunas más comunes en el periodo transcurrido entre finales de septiembre y mediados de febrero. Hemos recopilado una lista de las enfermedades más frecuentes que suelen afectar a las personas mayores en otoño e invierno:
- Gripe o influenza: está causada por el virus de la influenza, cuya cepa va mutando año tras año, y en las estaciones frías prolifera en mayor medida.
- Resfriados: son producto del clima frío y afectan al sistema respiratorio. Si no se atienden a tiempo, pueden causar complicaciones como bronquitis o neumonía.
- Faringitis: se trata de la irritación de la faringe y puede ocurrir por muchas causas, incluso por el aire frío circulando por las vías respiratorias. Provoca dificultades para hablar y molestias al tragar.
- Accidentes caseros: la humedad, las hojas dispersas en el otoño y la nieve pueden propiciar accidentes caseros, como caídas con lesiones. Esto influye negativamente en la seguridad de nuestros adultos mayores y su confianza en sí mismos.
- Irritación de la piel: el contacto con superficies frías puede causar ardor y enrojecimiento, e incluso reacciones alérgicas en partes sensibles de la piel.
Cuidados y medidas para prevenir enfermedades en otoño e invierno
Con la llegada del otoño y la proximidad del invierno, se necesitan cuidados adicionales para prevenir enfermedades en personas de edad avanzada. Si hay personas mayores en tu casa te animamos a seguir estas recomendaciones:
- Evitar caídas
Los accidentes caseros son muy comunes, tanto en otoño como en invierno, por las condiciones climáticas, la humedad y las hojas de los árboles. Existe mayor riesgo de caídas en espacios exteriores si no se eliminan las hojas secas o la nieve.
Procura vigilar las rutas frecuentes de los adultos mayores y mantenerlas libres de obstáculos o elementos en medio del camino. Habla con ellos sobre los riesgos de recorrer espacios exteriores sin compañía.
- Fortalecer el sistema inmune
El sistema inmune es la barrera que protege al cuerpo de las enfermedades contagiosas o infecciosas. Mantener un peso saludable, una alimentación equilibrada, buenas horas de descanso y participar en actividades físicas son costumbres óptimas para blindar el sistema inmune.
Mantener el sistema inmune fortalecido es garantía de un buen estado de salud en las estaciones frías del año.
- Vigilar la alimentación
«Somos los que comemos» es una frase muy conocida y que no tiene nada de falso. Procura que los adultos mayores en tu familia mantengan una alimentación sana y proporcional a sus necesidades diarias.
Empieza teniendo en cuenta las posibles restricciones médicas indicadas para su dieta diaria. Considera también incluir cada grupo alimenticio en su dieta sin caer en los excesos y sin salirse de las recomendaciones de su médico o nutricionista.
- Mantenerse abrigado
El frío es la causa principal de muchos problemas de salud en los adultos mayores durante el otoño y el invierno. De ahí la necesidad de mantenerse abrigado y cálido durante esta temporada en que las temperaturas pueden descender mucho.
No confíes solo en lo que la calefacción es capaz de hacer. Asegúrate de que tus abuelos lleven ropa de invierno en todo momento, en especial si salen de paseo.
- Evitar contacto con grupos numerosos
Las enfermedades contagiosas pueden alcanzar un nivel más alto de peligro durante otoño e invierno, pues sus síntomas se agudizan por las bajas temperaturas. En esta época es donde más se debe evitar las aglomeraciones alrededor de nuestros abuelos.
En el invierno llega la navidad y son comunes las celebraciones en grupo. Sin embargo, es necesario tener prudencia y evitar reuniones tan concurridas.
- Completar las vacunas
Las vacunas constituyen la base para el fortalecimiento del sistema inmunológico. A través de un plan de vacunación oportuno, proteges la salud de tus abuelos frente a los ataques de virus y bacterias de común proliferación.
Comprueba qué vacunas faltan y si es momento de colocarlas para gestionar cuanto antes su aplicación. De esta manera, disminuirás el riesgo de enfermedades molestas y sorpresivas.
- Proteger la piel
Entre las preocupaciones más comunes en invierno, destacan las lesiones en la piel por exceso de exposición al frío. Una de las recomendaciones más efectivas para la protección y cuidado de la piel en invierno es la hidratación. Mantener la piel de los adultos mayores hidratada es fundamental para conservar su salud.
Por otra parte, las personas mayores deben evitar el contacto con superficies frías y con corrientes de viento. Vigila que tus abuelos usen guantes y ropa que los proteja del frío.
- Cuida las emociones
En las regiones donde se celebra la navidad, la llegada del invierno es sinónimo de nostalgia para la mayoría de los abuelos. Muchas personas mayores recuerdan a seres queridos que ya no están y eso conmueve mucho sus sentimientos. Presta atención al estado de ánimo de tus mayores y ofréceles todo el apoyo necesario para ayudarlos a sentirse mejor.
- Revisión médica riguroso para personas mayores
Es importante planificar un chequeo médico riguroso para conocer el estado de salud de los adultos mayores de tu familia. Estas consultas preventivas permitirán al profesional de la salud descartar cualquier problema físico en los abuelos.
En caso de detectarse algún problema de salud, este podrá abordarse de manera temprana, aumentando así las probabilidades de recuperación. Tu doctor de confianza se enfocará en revisar aspectos como:
- Presión arterial.
- Vista.
- Niveles de azúcar en la sangre.
- Ritmo cardiaco.
- Colesterol.
- Motricidad y flexibilidad.
- Próstata (en caso de ser hombre).
- Citología y examen de mamas (mujeres).
¿Qué hacen los centros de mayores para prevenir enfermedades?
En los centros de mayores se lleva a cabo un monitoreo constante y minucioso del estado de salud de los abuelos. Además, se estimula la participación en actividades físicas controladas que disminuyen el sedentarismo y mejoran el estado de ánimo.
Por otra parte, en los centros de mayores, el personal y las instalaciones se adaptan y se preparan para los cambios de estación, por lo que no les sorprende el otoño y el invierno.
En ADD Informática ayudamos a los centros de mayores a conseguir la eficiencia en sus procesos administrativos y operativos con ResiPlus®. De esta manera, facilitamos el trabajo a todo el personal, para que puedan ocuparse de ofrecer la mayor calidad de vida a los adultos mayores durante todo el año y especialmente en otoño e invierno.
Patricia Marcos García
